lunes, 21 de julio de 2008

Poesía de sueños

Yo te soñaba entre las brumas de mis lejanas memorias.
Aparecías entre los atardeceres repletos de recuerdos.
Tus ojos eran la magia de mi angelical piel
enredada en el recuerdo de la calidez de tu latido.
Un sueño real, aunténtico.
Aprendí la veracidad del sueño.
Aprehendí su sentido.
Mecida en tus suspiros se me abrió el alma,
y de ella brotó la inocencia que hasta ti me condujo sin remisión.
Poesía de sueños eran tus palabras susurradas
al abrigo de mis noches eternas en su lamento
por no hallar tu rostro.
Poesía de sueños reales en su imaginación alada.
Sentidos que iban y venían mecidos por el viento del olvido
en el recuerdo del crepuscular silencio de un alma
que te buscaba para amarte más allá de toda frontera,
más allá de todo concierto terreno.
Poesía de reales sueños.
Mis sueños secretos.
Mis secretos sentidos dormidos al alba de tu aliento.
Noches de luna sin estrellas y sin ángeles que cuidasen
de nuestro encuentro terreno.
Todo sueño.
Todo alma.
Nada de olvido.
Te soñé en mis sueños de reina añorando a su rey.
Te tejí versos enredados en compases melancólicos,
suaves, marinos y descuidados
que suspiraban alcanzar tu oído para dejarte sin habla
y darte la bendición de la inocencia.
Poesía de sueños tejí en la fibra enamorada de tus sueños.
Quería que no te olvidases de mí...
jamás,
no importando cuántas vidas
tardase mi esencia en llegar hasta ti
atravesando caminos de olvido,
sendas de silencios
y misterios indescifrables
para la noche de ausencia amada.
Yo en tus sueños.
Tú en mis metáforas.
Nosotros en la inocencia del sentimiento que latió
el corazón primigenio de un alma enamorada.
Poesía de sueños
Alba de inocente sentimiento.
Regencia de destinos.
Poesía de sueños que se enredó en los brazos de nuestras almas.
Miles y miles de sueños reales.
Miles y miles de besos soñados.
Miles y miles de recuerdos escondidos entre los pliegues
de nuestras almas inocentes.
Miles y miles de sentimientos entretejidos
con fibras reales de besos soñados.
Poesía de sueños.
Alba de inocencia.
Atardecer mágico que precede al nacimiento del sueño estelar.
Nosotros en nuestros sueños.
Tu aliento divino en mis mañanas de estío.
Mi aletear hadado en tus atardeceres primaverales.
Nos hemos soñado para despertarnos en el recuerdo.
Nos hemos recordado para soñarnos en verdad.
Mi alma junto a tu sueño.
Mis alas que cobijan tus suspiros.
Tus brazos que protegen mi tesoro.
Nuestros mutuos rostros asomados al despertar del sueño.
Dos almas, un solo latido.
Poesía de sueños en el abrazo del destino.

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