Mi vida está hecha de noches,
de lágrimas de estrellas, de lunas
frías y silenciosas.
Como un ángel de las tinieblas
se acostumbraron mis ojos a las calles
oscuras, a la penumbra de los bares,
a la luz, de neón, artificial.
Gentes, recién llegadas de la tarde,
aseguran que volvió la Primavera
y en mi ropero sólo hay trajes negros,
presentimientos negros,
máscaras de amargura.
Señora de los Cielos Luminosos,
cuando no sea un maldito
me haré unas alas
-como Ícaro-
e intentaré volar al sol.
Javier Salvago
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Te deseo primero que ames y que amando, también seas amad@. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guard...
-
En medio de todo En medio de todo si alguna vez se ve que bajo la cabeza piensa otra razón acaso sea no querer que aniden sobre la cerviz má...
-
Ocurrirá de repente. En un descuido tuyo, mi recuerdo aparecerá en tu mente. Algo en el aire te recordará mi perfume, sentirás el mism...
-
Las amistades están hechas de pedacitos. Pedacitos de tiempo que vivimos con cada persona. No importa la cantidad de tiempo que pasamos con ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario